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Definición
Sustantivo femenino. Este término hace alusión a un sentimiento que se caracteriza por la indignación y que puede causar enojo, rabia y a veces de cólera. En el cristianismo es considerado como uno de los siete pecados capitales. Deseo de venganza o un desquite contra alguien. Violencia o impetuosidad de los elementos de la naturaleza.
Etimología
Este vocablo en su etimología es de procedencia latina bajo la denominación ‘ira’.
Se trata de un cúmulo de sentimientos negativos, que surgen principalmente a causa del miedo, la duda, la culpa y la frustración. No es algo propio de los seres humanos, pues los animales también la experimentan.
Si se define desde el contexto de la naturaleza, esta palabra hace alusión a lo brutal que pueden ser los fenómenos, como por ejemplo: “la ira del mar fue tal, que acabó arrasando con todas las casas de la costa”.
En el ámbito religioso y espiritual, la ira se considera como uno de los siete pecados capitales, o uno de los principales demonios que poseen a los humanos. De ésta surge la violencia, tanto para sí mismo, como para los demás, conllevando a eventos siniestros como crímenes, suicidios y toda clase de vejámenes. La mayoría de religiones y corrientes espirituales creen que la ira aparta a los hombres de Dios.
Estudios científicos afirman que la ira es algo que va desarrollándose en una persona y se encuentra presente en las diversas etapas y facetas de su vida, tornándose en una verdadera adicción, teniendo en cuenta que el cerebro y el organismo segregan unas sustancias en esos estados alterados y nerviosos, que subconscientemente se convierte en un vicio, aunque uno muy destructor, pues esas sustancias son terriblemente dañinas para los órganos y todo el cuerpo.
La ira puede ir desde un pequeño disgusto o desagrado pasajero, hasta fuertes emociones enardecidas de odio, venganza y rencor hacia algo o alguien. De aquí se derivan otros estados perjudiciales como la indignación, la cólera, los celos, la furia, el desprecio, la desesperación, la rabia, entre otros que pueden conducir a una persona a la enfermedad y a cometer graves errores.
Cada vez que la ira invade a uno o varios individuos, generalmente éstos reaccionan con toda clase de insultos, improperios, golpes, gritos y amenazas. Asumen una posición de ataque y defensa y todo podría desencadenar en eventos muy lamentables.